miércoles, 28 de marzo de 2012

Comer sin lastimar

Pero se me secó la salsa :(
No hay plato de comida que no implique sufrimiento. Este no es un mensaje de compasión a los gorditos y no solo habla del horror en los mataderos. Hasta el más vegano de los menúes puede tener una manchita en su historial, bien chiquita y casi olvidada, en cuanto a las condiciones de trabajo en el campo. Es decir, lejos estamos de la inocencia de pensar que "sacar la culpa" de lo que comemos es sencillo. Uno ni sabe por dónde empezar. Y cuando sabe...qué difícil. Así que no, todavía no deje de comer carne, no senor. Pero sí ando aventurándome en el mundo vegetal, creando desde maravillas hasta monstruos. Todo para, por lo menos unas cuatro veces por semana, dejar a los animalitos tranquilos. Gallina, ya sé que te sigo usando los huevos, vaca, tu leche...de a poco! Algo es algo!
Muy bien, en una de estos flasheos culinarísticos, se descubre la polivalencia de las tapas para empanada! Había comprado arvejas secas para hacer...no sabía qué. Tenía la punta de un zapallo casi diciendo adiós y había que impedirselo! Hice un puré con ambos, bien condimentado y lo mandé adentro de la tapa de copetín estirada (así queda más finita y liviana). Cerré en cuatro, como un paquetito. Asadera, salsita rica + queso rallado arriba y al horno! Aplausitos! Sin muuu, sin kikirikí.

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