No es que les quiera enseñar como hacer un botiquín con un cajón de verdura…

Estará este Blog convirtiéndose en un sitio de bricolaje? Ya no hay modo de disimular la Utilísima que habita casi un 90% de mi ser?

Lo tendré que evaluar…pero mientras, aprovecho el espacio a y por mí concedido, para presentar mi reciente hazaña reciclística.

Como pueden ver, luego de una aventura por el siniestro mundo del taladro y del serrucho y una vueltica por el paraíso del pincel y el acrílico blanco, tenemos una especie de botiquín, para acomodar las cremas, desodorantes y alguno que otro objeto de uso frecuente en el baño, y un ingenioso cajón, para tirar todo lo demás!  Atenti a las rueditas que lleva el mismo! Una gentileza del personal de mantenimiento de las empresas “X”, que ya recibieron el título de cartoneros-colaboradores, ya que sin ellos, esta que les escribe no podría acceder a las rueditas de las sillas rotas.

Estuve a esto de dar el paso a paso de los cajones reciclados…traté de no hacerlo del todo, no porque no quiero que me copien (les aseguro que tengo plena conciencia de la pelotudez que es! ! !), sino porque es no a lo que voy, digamos…

En realidad, la “refuncionalización” de estos cajones es parte de un proyecto personal, de tratar de satisfacer mis necesidades con los recursos que YA dispongo. En este caso en particular fue una necesidad de Emi. “Necesitamos un lugar para ordenar todas estas cosas que están en la pileta”. Conociéndolo, me temo que la solución encontrada por mí no haya sido exactamente la que él encontraría y no sé si decir que puede que no le haya gustado…en fin, si me banca en mis cartoneadas y vuelos, me bancará en (casi) todo!

Introducción al Trueque Menos Tóxica

Volviendo a hablar de moda, me va a encantar el día en que la moda sea hacer, sentir, pensar y usar LO QUE SE TE CANTE! No para que entonces yo sienta que la sigo, jajaja ya que hay gente (y amigas!) que me miran con cara de "y esta que se puso hoy?"...sino porque me parece UNA GRAN IDIOTEZ que uno no se pueda mirar al espejo y sentirse lindo(a) vistiendo aquello que le resulta cómodo, o aquello que 5 anos antes era re canchero y a uno le sigue encantando. Pero bueno, aún los que nos empilchamos al más puro estilo "ME CHUPA OH-LA-LA Y SUS DICTAMENES", a veces nos cansamos de algunas prendas. Si yo fuera un poco más parecida  a mi papá, las usaría igual hasta que se conviertan en trapo de piso, literalmente, o las vendería! Como lo mío no es ganar plata (un HECHO que no me dio otra opción sino convertirlo en convicción para no pasarla tannnn mal), yo suelo regalar la ropa y cosas que me tienen podrida, que no uso, que tengo doble, que me hacen recordar a...por eso creé en este Blog un espacio para el trueque. Sacarse cosas de encima, hacer lugar a otras y a que circule la energía! Cuando no le quedaba otra al país desde donde escribo, la gente supo utilizar su ingenio, y muy pícara y descaradamente le dio vuelta al capitalismo. Cuando no hubo "moneda" que permitiera seguir acumulando cosas, se las intercambiaron. Te doy esto, que me encanta, que me sirvió mucho un día, que hasta me había olvidado que tenía, por eso que tenés, que es lo que realmente necesito ahora. O lo que quiero ahora. Este libro que leí, que me encantó pero que no tendrá otra función en mi casa que acumular tierra en la biblioteca porque prefiero leer uno distinto, a cambio de este cuadrito que estabas por tirar. Y las cosas van recorriendo las personas, escribiendo diferentes historias, en vez de ser solo un capitulo en una sola vida para después caer en el olvido de una baulera.

Hábitos antiguos ante nuevos problemas

Tiempo. El hombre nunca tuvo. La mujer se lo perdió. Unos pueden llamar este fenómeno de emancipación, otros de "ahora son necesarios dos sueldos para mantener una familia mucho menos numerosa que cuando solo se sobrevivía con el sueldo del hombre y la mujer quedaba cuidando a los hijos y a la casa". Antes se producía, ofertaba y se consumía menos. Por ende, menos basura al tacho. Antes la mujer tenía más tiempo o mucamas para la importantisima tarea de mantener lo más blancas posible las medias, toallas, manteles y servilletas.
Pero llegó la modernidad, practicidad a la vista, arriba con los descartables!!!
Mmm no, esta también ya fue... y la urgencia de la presenvación del ambiente se convirtió en moda!!! Mirá vos! Remplazamos el patrón de los hogares impecables por los hogares ecologicos. No está mal...Ahora cabe a cada uno descubrir qué puede hacer para estar IN otra vez!!!
A ver, a ver...si vienen las chicas a casa y ven que yo pongo un paquete de servilletas de papel sobre la mesa, y que cada papa frita que agarren va a ser una servilleta utilizada, arrugada y tirada a la basura, me van a mirar con aquella expresión de "agh, qué le pasa a Isa? Está re out, hasta me da verguenza ajena!". Por eso me compré 10 servilletas de tela a muy buen precio en un local de antiguedades, ya que no tengo a mis abuelas acá en Argentina para pedir que me las regalen. Qué hacía yo en este local? Iba a retirar la batidora manual que me había comprado por Mercado Libre a tan solo 35 pesos. Por qué? Porque me encanta cocinar y el batidor de huevos me hace doler el brazo...Una batidora electrica? Ay, como se te ocurre? Ocupa mucho espacio en la cocina! A parte, usar eletricidad al cuete, cuando se tiene bracitos, manitos y articulaciones perfectas está reeeeeee out.

De dónde vine y hacia dónde van las cosas

Más o menos a los seis anos de edad, mi abuela me enseño que una cajita de hilos de coser se podría convertir en una cartuchera. Nos ponía a mi hermano y a mí sentaditos en su taller de artesana, bajaba una caja enorme, llena de retazos, una bolsa polvorienta de papeles coloridos, tachitas para los tiradores, pegamento, obviamente, y todo su entusiasmo y ganas de que nos mantuviéramos ocupados y tranquilos...yo llevaba mi cartuchera orgullosamente hecha por mí al colegio privado donde iba en este momento y los niños la miraban asombrados e interesados, mientras llevaban sus lápices y gomas de borrar de Mickey Mouse en estuches importados que, sí, yo quería tener. Pero entre el estuche común que mi familia me compraba, y este hand-made mal hecho y torcido por los movimientos de la mochila, me quedaba con este...total, cuando me aburriera o se hiciera pelota, me haría otro!

Están a punto de transformarnos
en unos vasos muy cancheros, che!

Abuela artesana, mamá, una genia en las plásticas, papá músico...hija cartonera! Pero ahora que lo pienso, lo mío no era es acumular basura para quizás, un día, darles uso...más bien prefiero hacer que los objetos circulen, y si no los uso, los regalo, reciclo o tiro. Lo mío es el amor a primera vista. Es esa magia de encontrarles otras bellezas y otras potencialidades a los objetos, o partes de. El alívio de impedir que esa masa ocupe aún más lugar en los basurales. La satisfacción de, por un momentico, verse no-esclavo del capitalismo que te soluciona el problema en una tienda. Y el contradictorio placer de acordarse que el ingenio y la capacidad humana son tan grandes que hasta podríamos ser más libres, si quisiéramos. 

Comer sin lastimar

Pero se me secó la salsa :(

No hay plato de comida que no implique sufrimiento. Este no es un mensaje de compasión a los gorditos y no solo habla del horror en los mataderos. Hasta el más vegano de los menúes puede tener una manchita en su historial, bien chiquita y casi olvidada, en cuanto a las condiciones de trabajo en el campo. Es decir, lejos estamos de la inocencia de pensar que "sacar la culpa" de lo que comemos es sencillo. Uno ni sabe por dónde empezar. Y cuando sabe...qué difícil. Así que no, todavía no deje de comer carne, no senor. Pero sí ando aventurándome en el mundo vegetal, creando desde maravillas hasta monstruos. Todo para, por lo menos unas cuatro veces por semana, dejar a los animalitos tranquilos. Gallina, ya sé que te sigo usando los huevos, vaca, tu leche...de a poco! Algo es algo!

Muy bien, en una de estos flasheos culinarísticos, se descubre la polivalencia de las tapas para empanada! Había comprado arvejas secas para hacer...no sabía qué. Tenía la punta de un zapallo casi diciendo adiós y había que impedirselo! Hice un puré con ambos, bien condimentado y lo mandé adentro de la tapa de copetín estirada (así queda más finita y liviana). Cerré en cuatro, como un paquetito. Asadera, salsita rica + queso rallado arriba y al horno! Aplausitos! Sin muuu, sin kikirikí.